Lesiones articulares y ligamentosas:
pie, tobillo, rodilla, cadera, hombro, mano, codo, etc…
Esguinces de rodilla, tobillo, etc;
Bursitis;
Condropatías rotulianas,
Trocanteritis;
Espolones calcáneo, síndromes de la cola del tarso.
Lesiones musculares, fasciales y tendinosas:
Tendinitis/osis.
Roturas fibrilares musculares.
Lesiones de cintilla iliotibial, pata de ganso, hoffitis, etc.
Síndrome del piramidal.
Pubalgias, osteopatía de pubis, etc.
Síndromes de atrapamiento.
Periostitis.
Fascitis plantar.
Epicondilitis (codo de tenista), epitrocleítis (codo de golfista).
Roturas parciales de manguito rotador.
Problemas en tendones de los dedos y poleas.
Estudios biomecánicos:
Tanto la posición estática, como los gestos que implica una actividad deportiva, pueden ocasionar lesiones. Esto puede suceder si la técnica de ejecución no es correcta o si existen parámetros estructurales (p.e: dismetría de miembros inferiores, alteraciones de la pisada, etc) o biomecánica poco apropiada (p.e: corredores que necesitan plantillas, ciclistas con distancias erróneas entre sillín y manillar, raquetas de padel demasiado pesadas, etc). Por este motivo, en caso de lesiones recurrentes es necesario evaluar dichos parámetros para minimizar el riesgo de recaídas y optimizar el rendimiento del deportista. ¡Cuenta con nosotros!
